Cómo curar una brecha digital...

Debo buscar algún tipo de cura, preciso un remedio. Un conjunto de diversas cosas está produciendo en mí una extraña enfermedad, o un síndrome, o qué sé yo... Huyo de los espejos o superficies planas. Sin embargo, en determinadas situaciones, no puedo evitar la pantalla del ordenador. El tablet pc 19 se ha dado cuenta de esta circunstancia. Desde ese día, sé que anda loco por los foros de todo el mundo buscando un remedio para mí.

Mientras tanto, mi médico de cabecera, aplicando los dos aspectos de la lógica, es decir, la el análisis y la síntesis, además de otras herramientas médicas como la anamnesis, ha concluido que soy víctima del síndrome de la brecha digital. No me lo ha dicho, pero en sus anotaciones, en la base de datos clínica ha calificado mi situación como de muy grave; vamos, en pocas palabras, que el tal síndrome me está matando. Me ha invadido una sensación de tristeza y también me he sentido sorprendido de no ser el primero. Soy parte de un síndrome.

Los síntomas, los signos y la observación de las muestras con las que ha trabajado el doctor concluyen que no estamos ante una herida de alcance social. Nadie debe alarmarse por motivo de contagio, no hay de qué asustarse. Desde luego, lo último que yo pretendo es alarmar al personal de enfermería. No hay ninguna hemorragia que controlar, ningún shock físico en mi organismo. No preciso de ningún apósito. No se trata de ninguna herida que esté afectando a mis tejidos musculares. Mi brecha es de carácter emocional personal. Mi médico me asegura que el daño está en la conciencia. Como el tablet pc 19 dice, mi daño está localizado más adentro de mi piel.

El otro día, en una sesión de trabajo con el tablet pc 19, realizando pequeñas modificaciones a unos archivos de sonido, excesivamente pesados, por fallos en el recorte; sobre la pantalla del tablet se escribió este mensaje: Lo dicen todos los foros. Por tus síntomas, Jesús, estás padeciendo el mal de la brecha digital. Vaya, pensé, dos diagnósticos coincidentes.

El tablet, a su modo, justificó el diagnóstico. Vulgarmente, el término de brecha digital se refiere a las desigualdades sociales y al abismo que se está produciendo entre sociedades avanzadas que acceden a las tecnologías y las que no. El tablet continuó. Eso es cierto, Jesús, pero entre los implicados en la integración de las tecnologías, de modo intencionado y con sentido del humor, se ha extendido la utilización de ese calificativo a toda aquella persona que está siendo afectada por un trato injusto, asociado a la utilización de las tecnologías. Creo recordar que ambos bromeamos sobre el síndrome del quemado y su semejanza.

He revisado tus memorias. Conozco lo que has escrito desde 1996. Me he chupado todas tus memorias de trabajo. Colega, te la están pegando de modo continuado, demasiado ya, tío... Que son más de diez años. He subrayado también los discursos de la administración, con atención. Que no. Que no hay persona que resista este efecto de silla loca del psiquiatra... Entiendo que, para ti, esos discursos resulten como navajazos. Que, al final, se te haya producido una brecha. Una herida en el alma. Estás abrazado a dos farolas, colega, y ambas tienen los tornillos de fijación sueltos. Tú verás. Además de brecha digital vas a terminar por tener un chichón de farola que te va a resultar de lo más luminoso y esclarecedor.

Me he permitido adelantarte argumentos para una defensa jurídica al caso, me dijo mi tablet pc. Deberás estar preparado para defenderte de cosas como... ¿Quién afirma que está herido? ¿Cómo puede el tal sujeto afirmar que es una herida, si no puede aportar pruebas que confirmen los daños o desgarros en su organismo? Ya es sabido que a ese sujeto el final de curso siempre le altera su equilibrio personal de esa manera; que, por otra parte, no es mucho... ¿Está, por un casual, reuniendo argumentario para una jubilación anticipada?¿En qué consiste exactamente el estar afectado por dolores virtuales? ¿Quién tiene la herida, dónde la lleva y desde cuándo? ¿Cómo sabemos que esto no es una broma? ¿Alguien está jugando con los sentimientos humanos, especialmente, los más primitivos y primarios?¿Se podrán tomar medidas legales, llegado el caso, si esta broma sigue adelante? ¿Se puede, a la ligera, desautorizar o ridiculizar, amparándose en el anonimato de la Red, a nuestras autoridades educativas o políticas, que con tanto celo se dedican a promover medidas orientadas hacia la corrección de la brecha digital en nuestra sociedad? ¿Hasta cuándo esta sociedad va a tolerar el libertinaje de la bazofia panfletaria del blog del gracioso de turno?

Tengo entre mis manos el tablet pc19. Le observo como si le mirara de forma atemporal, de modo absorto y perdido, desde las emociones, desde los días de trabajo que hemos compartido a lo largo del curso, desde los ratos en que hemos navegado juntos, desde las imágenes y vídeos, desde la música, desde los textos, desde el trabajo, desde la reflexión, desde la comprensión, desde la ordenación y la lógica... Bien pensado, en esta situación, noto un alivio que no sabría explicar... ¿Tendré principios de curación, sin yo notarlo?

El puesto 10 del Aula, también con Ubuntu

El puesto 10, un HP BRIO, ha trabajado desde el 2000 de modo satisfactorio en el colegio con los niños y niñas, también con profesores; y lo ha hecho con sistema operativo windows. Pero, desde que XP entró en su vida, ya no fue lo mismo: su respiración comenzó a ser dificultosa, ralentizó el ritmo de las tareas, pasó a ser muy lento de reflejos. Encenderse por las mañanas, casi una tortura. Realizar tareas con gráficos, un imposible. Así que, con algo de pena, tuve que tapar su pantalla con un letrero rotulado con tinta gruesa: "Soy muy lento, no me enciendas". Desde entonces, el puesto 10 era un cadáver para los niños y niñas.

Sin embargo, el otro día, Elisa se sentó frente al ordenador, porque ya no colgaba ningún letrero de la pantalla. El profesor le dio un nombre de usuario y una clave y el equipo se inició de modo normal y terminó por estabilizarse un escritorio de tonos tostados. En la pantalla podía leerse "Ubuntu". Elisa abrió el navegador, Mozilla Firefox, y buscó la información que necesitaba. Abrió Star Office y realizó un trabajo al que llamó "descubrimientos.doc". La pluma de memoria se encargó de recoger el documento que Elisa se llevó para enseñárselo a su profesor.

Yo, a lo largo de tiempo del recreo, momento en el que se produjeron los hechos que aquí os cuento, de vez en cuando, daba una vuelta disimuladamente por allí, a espaldas de Elisa, y no podía creer lo que veían mis ojos. Elisa no se había enterado de que estaba trabajando con un sistema operativo distinto al de windows. Tan solo comentaba lo bien que había arreglado el profe el equipo del puesto 10. Me dijo que si quería que cerrara el equipo y le respondí que no.

Cuando Elisa se marchó yo me fui directo al puesto 10, para charlar un rato con el equipo. Desde el que el tablet 19 ha emigrado a Ubuntu, tengo por costumbre mantener un intercambio de ideas con las máquinas que migran a este sistema operativo. El puesto 10, esa mañana, después que Elisa se pasara el recreo con él, lucía una mirada resplandeciente. El ratón, el dedo, la petición de una tarea y su ejecución eran todo lo mismo, un instante. Le comenté la posibilidad de actualizar nuevos repositorios. Echamos una mirada a la base de datos. A continuación, desde la clase de 6º, el tablet 19 nos hizo una llamada de petición de acceso. Yo ya sabía que no podía tardar mucho. Para él es muy importante no estar solo. Ya son dos máquinas en el campo de trabajo de un punto de acceso de radiofrecuencia.

Si los chicos y chicas, sin darse cuenta, se adaptan a trabajar con el puesto 10, puede que estemos ante el comienzo de una historia maravillosa. No lo voy a decir muy alto, no sea que la administración y los poderes de los intereses de la razón se interesen por las razones que me han llevado a mí tomar esta decisión. Al tablet 19 ya le he pedido que sea discreto y que no alardee ni en el armario ni en las clases; menos, en internet, en los blogs o en los foros por donde se me escapa con demasiada frecuencia. También le he dicho que deje que el puesto 10 evolucione por sí mismo, que no pretenda trasladar en una sesión de conexión a redes lo que él ha ido madurando a lo largo de un curso. He de comentaros que el tablet 19 se ha vuelto muy juicioso. Ha perdido el punto de rebote que tenía hace tan solo unas semanas. Está muy majo. Me tiene muy contento, para qué voy a negaros.