Monólogos de tablet pc, ensayo 2

Que sepas que no nos ha sentado nada bien tu gripe, colega. Te habíamos advertido de ello. Te lo dijimos: a nosotras, la chapita ésta entre gris y azul, la del armario que nos transporta, más que darnos seguridad nos pone los leds al rojo vivo. A fuerza de sustos, estamos desarrollando una especial sensibilidad para el pánico. La vida en los armarios, a toda velociad por los pasillos, sin cinturón de seguridad, en manos de los coleguillas de quinto y sexto, es como la fórmula uno, que si parpadeas te lo pierdes...

Vamos por partes, coordinador. Oye, deja alguna instrucción pa'las noches. No podemos estar cuarenta y tantas inteligencias a merced de tu salud. Organízate. Distribuye responsabilidades. Eres muy malo para el trabajo en equipo. Cuando estamos en el armario le damos al coco, sabes. Asociamos, tenemos capacidad para construir conocimiento. Y a ti, en concreto, te tenemos perfectamente identificado. Malo, muy malo para el reparto de tareas y la organización en general. Nuestras baterías, para tu conocimiento, necesitan de la noche para recargar energía. Si a ti te da el trancazo, que no lo deseamos, entiéndenos, necesitamos de alguien para que nos atienda.

En tu descargo, amigo, si tú eres malo, tenemos algo que decir también de tus compas de staff; sí, ellos tampoco van de brillantes. Como gestores de academias de conducción, no son nada recomendables. Absolutamente malos para buscar conductores de carro. El furgón de quinto ya está con el eje trasero izquierdo hecho un cristo. La alineación de rueda es puramente virtual y el canto del viaje es más de carreta de copla que de box de pc tablets. Ya ves, aún podemos ser más crueles. Es lo que da el tener el procesador encendido.

Más cosas. Te lo tenemos dicho. La tiza y los borradores de pizarra son para nosotras peor que un tigre para las medias de una modelo. Y tenemos sombra de harina de maíz por todas partes, o sea, tiza, polvo de tiza a mansalva. Da un aviso, porfa, los borradores de las viejas pizarras no son compatibles con los nuevos tiempos, más en nuestra situación, esto es ya más que evidente, que somos pizarras digitales. Ya sabes, delete, suprimir, undo, restar...
¡Ah! Hay cosas que avergüenza tener que decirlo. Pero, allá va. Como tú tienes manos, nosotras acostumbramos a comunicarnos mediante el lápiz óptico. Sí, esa delicada estructura gris, con forma del viejo lápiz de cedro. Sólo que nuestro material es muy frágil. ¿Enrojeces? No te faltan razones. Más que lapiceros inteligentes parecen churros de plastilina modelable. No queremos entrar en detalles, porque no somos morbosas... Alguna de nuestras colegas, por lo menos tres, están prácticamente incomunicadas, en prisión forzosa. Agiliza y búscate la vida, necesitamos urgente volver a comunicarnos.

Te hemos oído quejarte alguna vez de nosotras. Pero no tienes ningún motivo. Creo que confundes el mensaje con el mensajero. Si nuestra pantalla es lenta en el volcado de información, como el proceso de maduración de una manzana, no es por culpa nuestra, se debe a tu red, tío. Tienes un paso de banda ADSL que admite menos datos que la máquina de hacer chorizos, la que se utiliza en la matanza. No me cuentes tus problemas. Tú sabrás si depende del gobierno de Aragón o de tu incapacidad para el mantenimiento de sistemas.

Y esto para que pases recado. Un chiste alegra la vida, pero una vida de chiste puede ser deprimente. Te lo decimos porque tenemos autoestima. Conocemos nuestras posibilidades. A veces, nos gustaría disfrutar de la interconectividad, de la animación, de la edición gráfica y del cine. El teclado lo tenemos para recoger ideas, ¿sabes, listo?, no sólo para que presiones contra la delicada sensibilidad de nuestros botones. ¿Por qué no aportas una intervención inteligente, que de verdad nos emocione? ¿O por qué no nos utilizas para algo realmente significativo? Es cuando procesas, es entonces, cuando de verdad nos pones el punto bueno. Placer, para nosotras, es cuando notamos que tu inteligencia anda por medio comprometiéndonas... ¡Hay que decírtelo todo!

¡Ah! No vayas presumiendo por ahí de que nuestra intervención ha elevado tu sensibilidad y ha producido una restauración de tus saberes y potencialidades. No pongas en tu boca cosas que no hemos autorizado nosotras. Mira, que te llevamos por la vía judicial. Podemos tener un buen roce o, por el contrario, alcanzar temperaturas que rocen lo insoportable.

Puede que nos hayas cogido en un mal día. La velocidad con que procesamos nuestras emociones hace que podamos cometer fallos; sí, también somo inteligentes para reconocer errores. De todos modos, vete cogiendo el tono, aunque no te llegue a sonar del todo el estribillo. Nuestro aspecto de duras ya sabes que es una pose de cibercultura. Tenemos nuestro punto sensible y nos gustaría tener un día una charla relajada, con la aplicación emociones bien configurada. Reponte de la gripe, en primer lugar, que nos da cierta aprensión seguir presionándote cuando te vemos todavía tan flojo.

0 comentarios: