Espera un momento, enseguida te atiendo.

Buenos días, tengo 29 minutos antes de que esto se ponga en marcha. Puedo oír algunas voces de la chiquillería, pero todavía se me antojan lejanas. Afortunadamente estoy solo en el pasillo y, con suerte, hasta pueda que consiga instalar de nuevo el sistema. Vamos con la rutina. Tengo que abrir la puerta de doble cerradura, las luces, conectamos el switch, la impresora, el servidor, dejo un equipo encendido para la tropa impaciente [tropa impaciente, dícese del profesor estándar que no puede soportar ni un segundo de espera, que difícilmente tolera un error o el más mínimo contratiempo en su valiosa agenda. Frase contextual: "qué le pasa a esto!"]

Sí, el equipo tiene un aspecto lamentable. Está allá al fondo, justo donde se atropellan todos los cacharros del taller informático. Todo destripado él, sin carcasa, con el disco duro fuera, colgando como una tripa rota. Lo he conseguido salvar después de tres paradas procesorespiratorias. De memoria le he aplicado un tratamiento que le ha hecho volver la sonrisa. Y de expresión oral y lectura está inmejorable. Su nueva capacidad lectora de x52 le ha colocado en la primera línea de promoción. Con todo, da un poco de pena...

Hola, no, no podrás instalar la vieja versión porque te va a crear un conflicto con el antivirus. Esa versión dio muchos quebraderos de cabeza. Es un consejo. ¿Cómo dices? Perdona, ahora vuelvo. Sí, me paso a recoger la llamada. Primero debo conseguir un boli y mi agenda, que esto debe ser la nueva base de datos del portal de Aragón. No, no... Ya saltó windows y me dejó la bios descolocada. Al segundo intento, quizá. Tan sólo me quedan 15 minutos. Y esos ruidos que van creciendo. No sé si va a ser posible. Confío en poder llegar al punto de instalación asistida. Entonces podré irme con la clase de 3A.

Espera, que desconecto. Es que han estado cargando los equipos durante la noche. Mira, este cable conecta con el reloj. Del reloj depende la carga cronometrada. ¡Ah! Gracias. Te lo agradezco. Conseguí localizarlo en casa. Es un disco que no puede nunca faltar de tu lado. De todos modos, muchas gracias. ¿Ves el cable? Eso es. Primero lo desconectas de la pared...

Ya me cantan las tripas, debe ser casi mediodía. Por fin, puedo escaparme y echar una ojeada. Mira, casi tengo el sistema instalado. Voy a tener un pensamiento positivo, para celebrarlo. He conseguido que la niña de tercero escriba un informe autobiográfico, que diseccione su conducta y busque la solución a sus problemas. También puedo felicitarme. Ya salió por la puerta y estoy solo. Bueno, es verdad, se me olvidaba... había quedado para realizar unas pruebas de instalación fuera de unidad C:, opción estándar. Ya, sí, me acordaba, pasa...

Dos intentos, dos que desinstalo. A la tercera encontramos la salida. Una tarea asistida y un momento de satisfacción. Voy a celebrarlo yendo al fondo de la sala y me vigilo el ordenata resucitado. Bien. De momento, a falta del siguiente intento. Por si acaso, no lo hago. En el pasillo se oye el pichorrín electromagnético que pica a mala leche los oídos. Fin del recreo. Algún día voy a lanzarle algo contundente a ese oxidado aparato.

No puedo, ahora tengo clase. Lo siento. ¿Quizá por la tarde, a partir de las siete?¿No? Sí, voy contigo, tú espera, enseguida te atiendo.

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