Una escuela demasiado encuadernada

Son las diez de la mañana. Grandes carteras de colores, a todo diseño, se van lentamente acercando a la escuela, mientras que el día termina de editar los gráficos del cielo en la mañana. A vista de pájaro, voluminosos paquetes en movimiento. A ras de suelo, debajo de esos bultos, de forma imprecisa, se adivinan niños aplastados materialmente bajo su peso. Y en la panza de esas maletas, grandes cantidades de material encuadernado. Encuadernados cuadernos. Encuadernados libros de conceptos. Encuandernados libros de trabajo que encuaderna la inteligencia y las emociones. Encuadernados estuches para manchar las hojas encuadernadas de blanco. Encuadernados todos los minutos y los segundos de la mañana.

En el colegio tenemos los tablet pc. Todavía son novedad tecnológica, no han penetrado en los mercados nacionales, una excepción en la escuela, tan sólo es realidad en la comunidad autónoma de Aragón. Nosotros nos consideramos afortunados. Pero, todavía las tabletas electrónicas pasan muchas horas inactivas; son las horas de la noche, las horas de recarga; son las medidas de seguridad, alarmas y cuidados; la hostilidad hacia la alfabetización digital todavía tiene tribunas, algunas dentro de la propia escuela. Una contradicción. Se da por hecho que la escuela alfabetiza. Hoy vivimos momentos de nuevos códigos.

El tablet pc es potente, móvil, versátil; puede utilizar conjuntamente tinta, texto y contenido web; es capaz de presentar vídeo, sonido...; procesa datos de modo rápido y es capaz de resolver complejos trabajos gráficos; es un potente recurso de tecnología móvil. Sin embargo, el mundo encuadernado de la escuela vieja le ofrece una dura batalla de oposición. La vieja escuela cuenta con sofisticados recursos, estudiadas estrategias de destrucción mental; refuerzos muy calculados; y toda una maquinaria preparada para actuar con rutinas que relajan la voluntad hasta sofronizar a los sujetos.

El tablet número 28 está mañana visitaba nuestro periódico digital, el de la escuela. Se le veía disfrutar, accediendo a contenidos y subiendo información al entorno de la página electrónica. Cuando la niña que lo manejaba le pedía trabajos viejos, su capacidad de consulta era inmediata; si le pedía un gráfico o una foto, él se la enviaba retamañada, optimizada y corregida de colores; cuando el texto contenía errores, él los editaba a toda velocidad, sin ocasionar el más mínimo gasto, ni precisar de recurso externo, como gomas, tipex o el socorrido tirón de hoja y cuenta nueva. Era capaz de distinguir entre una nota de agenda, una noticia, un titular, una fecha, un permiso, una preferencia, una clasificación, una seriación, una...

Por la tarde, el tablet número 6 proyectaba sobre la pared el escudo de la escuela Hogwart. Ofrecía escudos, imágenes de habitaciones, claves, personajes, colores y ropajes. Harry Potter es el personaje que servirá de inspiración a la fiesta del Carnaval. El tablet pc no ha tenido ningún problema en presentar al niño mago y a sus amigos, allí, dentro del aula, para todos los niños y niñas.

La luz que ofrecen los tablet pc, que es la reunión de datos, números, imágenes y pensamientos..., esa luz no se sirve encuadernada. ¿Cómo es posible que algo tenga valor, precisamente cuando está bien encuadernado? Si algún valor tiene la mente del ser humano es justamente su contrario. ¿Podemos imaginar el pensamiento de un ser humano, encuadernado desde el día de su nacimiento? No me cabe en mi cabeza tal pensamiento, me veo obligado a sentir de modo libre y abierto, capaz de asimilar nuevas cosas: engrosar, reducir, incrementar la densidad, expandir y dilatar las propias energías..., nada estático y definitivo.

Cuando por la mañana veo a los escolares, bajo las pesadas mochilas de colores, todavía presos de una cultura encuadernada, encuadernadas las conductas y las voluntades; siento necesidad de expresarme con este titular: una escuela demasiado encuadernada.

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